PARACOCCIDIOIDOMICOSIS
INTRODUCCIÓN
Dentro
de los hongos patógenos verdaderos se encuentra el Paracoccidioides brasiliensis, que
produce una infección generalizada
denominada
Paracoccidioidomicosis (PCM). Es una enfermedad sistémica que involucra primariamente pulmón y
luego se disemina a otros órganos y
sistemas
tales como membranas mucosas, nódulos linfáticos, piel y suprarrenales.
CLASIFICACIÓN TAXONÓMICA:
División:
Ascomycota.
Clase: Endomycetes.
Orden:
Onygenales.
Familia:
Onygenaceae.
Género:
Paracoccidioides.
Especie:
brasiliensis
El
estado teleomorfo de este hongo es hasta el momento desconocido.
EPIDEMIOLOGIA
Distribución geográfica:
La
PCM es una enfermedad cuya distribución geográfica abarca a Latinoamérica desde México a
Argentina. Brasil cuenta con el 80% de los
casos
reportados, le sigue Colombia y Venezuela.
En
Argentina, existen dos zonas endémicas, la del Noreste (Formosa, Misiones, Chaco, Corrientes, Norte
de Entre Ríos y Santa Fe); y la del noroeste
(Jujuy,
Salta y Tucumán). En zonas endémicas, los casos no se distribuyen homogéneamente dentro del
territorio sino que tienden a concentrarse cerca de bosques húmedos. Pocos casos han
sido aislados de praderas, regiones
costeras,
zonas desérticas y junglas ecuatoriales.
Las
condiciones climáticas predominantes en los países con alta endemicidad son: temperaturas
medias de 18 a 23ºC, precipitaciones entre 900 a 1800 mm/año,
abundante forestación y corrientes de aguas, árboles indígenas, inviernos cortos y
veranos lluviosos.
Aspectos demográficos:
Edad:
PCM
se observa excepcionalmente en niños (3%) y adultos jóvenes (10%) pero se diagnostica
regularmente en adultos de edades comprendidas entre
30 a 60 años.
Sexo:
Esta
enfermedad se presenta con mayor frecuencia en varones que en mujeres con una relación de 87:13
en áreas endémicas. El progreso de la
enfermedad
es más frecuente en el hombre. En la mujer se presume la función protectora de las hormonas
femeninas, que actuaría permitiendo una respuesta inmune
específica que destruiría las partículas infectantes.
Ocupación:
Más
del 70% de los pacientes son agricultores de cultivo de café, algodón o caña de azúcar. Algunos
casos pueden aparecer en individuos que
no
han estado en contacto con el suelo y materia orgánica. Es de destacar que en las zonas endémicas las tareas
agrícolas son compartidas por hombres y
mujeres.
ASPECTOS ECOLÓGICOS
En
1966 Negroni aisló P. brasiliensis del suelo en Argentina y Albornoz en Venezuela en 1971. Silva-Vergara
y col en 1998 lo aislaron de suelo de
plantaciones
de café de Ibiá, en el Estado de Minas Gerais, Brasil. El hallazgo del hongo en el suelo de las
plantaciones de café podría explicar la adquisición de la PCM durante la actividad
agrícola en esas áreas. P.
brasiliensis se lo aisló en muestras fecales del murciélago frugívoro (Artibeus lituratus), en las
visceras del mono ardilla (Saimiri sciureus), en heces del pingüino de la Antártida
(Pygoscelis adeliae), en las vísceras del armadillo (Dasypus novemcinctus) y en la
comida de perros contaminada. Silva-Vergara y col. capturaron armadillos de las
zonas donde habían recuperado las cepas
de
P. brasiliensis y encontraron que los mismos estaban infectados con el hongo. También infecta armadillos
de zonas de diferentes características geoclimáticas y
vegetación. La observación de células de levaduras en tejidos y el ataque multivisceral, incluyendo
pulmón, sugiere la aparición de PCM en
estos
mamíferos y sustenta el rol de este hospedador silvestre en el ciclo epidemiológico del hongo.
AGENTE ETIOLÓGICO
El
Paracoccidioides brasiliensis es un hongo dimórfico termal, que presenta dos fases: una fase
micelial a 28ºC, que es la forma infectante en la naturaleza,
(los propágulos de dispersión); y una fase levaduriforme a 37º C, que es la forma infectiva o
parasitaria en los tejidos del hospedador.
Se
están realizando estudios moleculares para conocer el genoma completo de P. brasiliensis, por un
grupo interdisciplinario donde participan
distintos
países, que estudian los genes tanto de la fase micelial como de la fase parasitaria, ya que no son los
mismos genes que se expresan a cada
temperatura.
VIRULENCIA
La
vía de entrada del P. brasiliensis es inhalatoria. Los conidios llegan al alvéolo pulmonar, donde el hongo
sintetiza proteínas o componentes de la
pared
celular que le permiten evadir aspectos específicos de las defensas del hospedador.
Los
factores de patogenicidad de P. brasiliensis conocidos son:
1.
Proteínas de unión a estrógeno.
2.
Constituyentes de la pared celular alfa-1,3-glucano y beta-1,3-glucano
3.
Antígeno extracelular, la glicoproteína gp43.
CUADROS
CLINICOS
En un hospedador competente, el crecimiento del hongo
se limita y la interacción finaliza sin un daño aparente. Esto es lo que se
llama infección subclínica. En este caso el foco primario desaparece y el hongo
es usualmente destruído, pero el hospedador queda con “memoria” de la infección.
Si el equilibrio hospedador-parásito es perturbado por una inmunosupresión u otras
causas, progresa la infección y la enfermedad propiamente dicha.
Existen dos formas clínicas bien distinguibles: una
forma aguda juvenil (subaguda) y una forma crónica adulta. En ambos casos, las
funciones de inmunidad mediada por células son anormales y en ausencia de
terapia específica la mortalidad es alta. Con tratamiento adecuado, se puede
esperar mejoría. Algunas lesiones quedan como secuelas (forma residual), donde
se encuentran células de P. brasiliensis viables y puede ocurrir la
reactivación.
La remisión puede ir acompañada a veces por una
fibrosis pulmonar significativa. La enfermedad entonces puede progresar de un
foco primario sin período de latencia o comúnmente por reactivación de un foco
en estado de latencia (reinfección endógena). Es posible también el pasaje de
reinfección exógena a enfermedad sintomática. Por lo tanto la micosis puede
adoptar más de una forma clínica.
Forma
juvenil, aguda o subaguda:
Representa entre el 3 a 5 % de los casos. Se
caracteriza por un curso rápido (de semanas a meses) y por un compromiso
marcado del sistema reticuloendotelial (bazo, hígado, nódulos linfáticos y
médula ósea). La respuesta inmune mediada por células en niños y adultos
jóvenes está severamente deprimida. Es una forma severa, donde la mortalidad es
por hipertrofia de los órganos primarios del sistema reticuloendotelial.
Independientemente del órgano involucrado, la PCM cura dejando fibrosis con
formación de secuelas fibróticas, que interfieren con el bienestar del
paciente. El pulmón es el foco primario, pero no tiene manifestaciones clínicas
ni radiológicas especiales. El patrón radiológico es variable, con nódulos
linfáticos hiliares hipertrofiados e infiltrados basales predominantemente.
Forma
crónica, tipo adulta:
La enfermedad progresa lentamente y puede llevar meses
o muchos años hasta establecerse del todo. Las manifestaciones pulmonares son
evidentes en el 90% de los casos siendo el único sistema clínicamente afectado
(forma unifocal). El compromiso pulmonar unifocal sería silencioso y el paciente
se presenta a la consulta sólo después de una diseminación a lesiones extra
pulmonares (forma multifocal).
Los síntomas pulmonares son inespecíficos e incluyen:
tos, expectoración y deficiencia respiratoria; pérdida de peso, fiebre y
anorexia. Las imágenes radiológicas pulmonares son nodulares, infiltrativas,
fibróticas o cavitarias; pueden ser bilaterales y se ubican preferentemente en
la porción central o baja del pulmón, con el resto de los ápices libres de
enfermedad. Los signos y síntomas respiratorios son menores y no corresponden
con elcompromiso que revelan los rayos X .
PCM y tuberculosis coexisten en un 10% de los casos.
Sin embargo la presentación radiológica sugeriría una neoplasia, fibrosis
intersticial idiopática u otras enfermedades. El daño del pulmón es de tipo
obstructivo. En la forma multifocal los síntomas son variables y referidos a
más de un órgano o sistema. Las lesiones ocurren con mayor frecuencia en la
mucosa oral y nasal, piel, nódulos linfáticos y glándulas suprarrenales. Con
menor frecuencia los pacientes presentan compromiso ocular, enfermedad del
sistema nervioso central y destrucción ósea. De acuerdo a la condición general
del paciente y el estado inmunológico, las formas crónicas pueden ser leves,
moderadas y severas, y el paciente exhibe activación policlonal de linfocitos B.
Las funciones de la inmunidad mediada por células están deprimidas en los casos
severos de la enfermedad y preservadas en los casos menos serios. Los tejidos
tienden a mostrar formaciones granulomatosas.
DIAGNÓSTICO MICOLÓGICO
Materiales clínicos:
Esputo, lavado
bronquialveolar, costras, material del fondo granulomatoso de las úlceras, pus de nódulo linfático, LCR o
biopsias de tejido.
Examen
directo:
A
partir del esputo o de los exudados de úlceras cutáneas y de mucosas.
Cultivo:
En medios de Sabouraud Dextrosa
Agar adicionado de antibióticos (ciclohexamida y cloramfenicol); las colonias
son de crecimiento lento (20 a 30 días),
Histopatología:
Es uno de los métodos de
diagnóstico más efectivos. Se identifican las levaduras multigemantes rodeadas
de un infiltrado inflamatorio agudo y crónico. Las tinciones más utilizadas son
las de plata (Grocott), Hematoxilina-Eosina y las de P.A.S.
Serología:
Las reacciones más útiles para
comprobar el diagnóstico son las de inmunodifusión en agar (ID), reacción de
fijación del complemento (RFC) y ELISA.
OPORTUNISMO
Trasplantes:
La inmunosupresión inherente a
los pacientes transplantados, ha abierto una puerta para infecciones
oportunistas o no oportunistas, creando un campo adecuado para adquirir
infecciones nuevas o reactivar los focos existentes.
Un paciente con transplante de
riñon que había vivido fuera de la zona endémica durante 39 años tuvo una
reactivación de PCM. Los factores predisponentes para desarrollar PCM pulmonar
fueron azatioprina y prednisona.
No se ha encontrado PCM primaria
durante la inmunosupresión.
Cáncer y quimioterapia:
Los tratamientos quimioterápicos
de pacientes con tumores sólidos pueden predisponer la reactivación de micosis
latentes. Los pacientes con PCM van a una foma aguda pulmonar, por una
supresión de la inmunidad celular, se deben utilizar drogas alternativas de la
ciclofosfamida.
SIDA:
La
respuesta inmune celular es el mecanismo de defensa más importante en la
infección de P. brasiliensis.. Una disfunción en este sistema ocasionada por un
factor de inmunosupresión originaría una PCM con foco primario o una
reactivación de un foco latente. 10 La infección con el virus de la
inmunodeficiencia humana (VIH) es ubicua y es el factor más relevante de
inmunodeficiencia en el Brasil como en otros países desarrollados.
La
coexistencia de PCM y SIDA en la misma área geográfica podría revelar la
asociación de ambas como un evento común posible por un camino similar al
observado en histoplasmosis, penicilosis y coccidioidomicosis, también asociado
a SIDA en sus respectivas áreas endémicas.
En
Brasil se han reportado desde agosto de 1980 hasta agosto de 1999, 44 casos de
asociación de PCM y SIDA. Esta entidad se dio en el 0,02% del total de
pacientes analizados, mientras que para histoplasmosis en la misma población
fue de 1,4%. Esta baja frecuencia podría explicarse por la quimioprofilaxis de
rutina de la neumonía a Pneumocystis carinii con cotrimazol, que es una droga
efectiva para P. brasiliensis, o por el efecto protector de los componentes
azoles usados para tratar o prevenir candidiasis u otras infecciones fúngicas.
Otra
razón de la baja frecuencia de asociación es que la infección por VIH se
observa en mayor proporción en las ciudades, en cambio, PCM se detecta
asiduamente en ambientes rurales.
En
la literatura se ha relatado 39 casos de asociación PCM-SIDA provenientes de
Brasil, Venezuela y Colombia. En 29 de ellos la PCM fue la primera enfermedad
de vida.
El
cuadro clínico fue similar a una PCM aguda o subaguda con pérdida de peso,
período corto de fiebre, fatiga y asociación con linfoadenopatía. Se observó
compromiso en nódulos linfáticos (51,3%), piel (46,1%) y hepatoesplenomegalia
(25,6%). Las lesiones en piel fueron múltiples, con un patrón papulonodular y
ulcerativo. La única evidencia de compromiso pulmonar fue el hallazgo de los
elementos característicos en las muestras de esputo.
La
letalidad de PCM en pacientes con SIDA fue del 23% representando un 5% mas de
lo que sucede con PCM en pacientes imunocompetentes.
El
etilismo y tabaquismo crónico son otros factores predisponentes.
TRATAMIENTO
Una de las diferentes drogas más
efectivas es Itraconazol, en dosis de 200 - 400 mg/día, vía oral (VO).
Otra opción es la Terbinafina, 500 mg/día/VO.
En la actualidad, aún se utiliza con muy buenos resultados
Trimetropin/Sulfametoxazol (TMP 1600 mg/ SMX 320 mg/ VO. En casos graves se
asocia Anfotericina B, a dosis de 1 mg/kg/día, en días alternos, sin pasar de
50 mg. por administración.
Estos antifúngicos se administran por tiempo variable, de acuerdo a la
respuesta terapéutica. Es recomendable que el tratamiento comprenda la
combinación de los antifúngicos mencionados, por ejemplo: TMP/SMX con
Itraconazol; TMP/SMX con Anfotericina B, y en casos graves TMP/SMX con
Itraconazol y Anfotericina B.
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